Capitulo 1 – Spidertime y el diente perdido.
En casa de Daisy a las 8:30…
“Buenos días mamá” “Buenos días papá”, dijo Daisy.
“Buenos días Daisy” respondieron sus papás a la vez.
“Voy a lavarme los dientes, ya que están un poco sucios desde ayer”. ¡Upps! ¡Auuuuuu qué dolor! ¿Qué? ¡Bien, se me ha caído un diente! ¡Papá, mamá, se me ha caído el diente!
“Muy bien cariño, ya lo estábamos esperando! dijo papá.
“Voy a preparar todo para el Ratón Pérez, no vaya a pensar que no creo en él”.
“Vale cariño…”
“La cartita del Ratoncito Pérez, también voy a poner el diente en la bolsa mágica roja que me regaló el Ratón Pérez, para poner los dientes… ¡Upps! ¡Se me olvidó el queso y el agua! Mmmm, ya está todo terminado y preparado”.
“Bueno ya es hora de que me vaya dormir, es demasiado tarde y el Ratón Pérez estará por llegar”.
Poco tiempo después…
¡Vaya que diente más reluciente, voy a ser el próximo Ratón Pérez! jajajajaja.
Bueno ya es hora de hacer la jornada… ¿qué? ¿y el diente? ¿Creía que Daisy lo había dejado bien puesto aquí? ¿Pero dónde está?.
Tengo que despertar a Daisy, ella seguro que sabe dónde se está. Ella es Spidertime y puede hacer y solucionar lo que quiera.
“¡Daisy, Daisy! ¡Despierta, por favor!
¿Ratoncito Pérez? “Daisy, tenemos un problema, ¡código rojo! ¡Alguien ha robado tu diente!”
“¿Qué? ¡No puede ser! yo lo había puesto en el saquito bien guardado…”
¿Y si te digo que no está…?
Vaya, tengo que convertirme en Spidertime, no puede pasar eso… Nadie puede robar los dientes así como así.
Es verdad Daisy, debes convertirte en Spidertime.
“¡Spidertime! ¡Hora del tiempo de Spidertime! ¡Yujuuuuu!”
Bueno, tengo que retroceder en el tiempo, tengo que averiguar quién robó el diente.
Estira su brazo derecho, y haciendo los giros especiales como las agujas de un reloj, avanza o retrocede el tiempo. Y pronuncia fuerte… ¡Time!
¿Qué? No puede ser… ¿Papá Noel? ¿Cómo que ha robado el diente? Alguien debería enseñarle modales, porque aunque sea la persona más buena del mundo, ha robado mi diente. Y él no puede ser el próximo Ratoncito Pérez… dijo Daisy algo enfadada.
Bueno ya sé quién ha robado mi diente… aunque sea sorprendente ha sido Papá Noel. Tenemos que ir al Polo Norte. Él no puede ser el próximo Ratoncito Pérez, no es un ratón, es un humano… dijo el Ratoncito Pérez.
Es verdad, hora de irnos al Polo Norte… dijo Daisy.
Bueno, ya hemos llegado. ¿Qué hacemos ahora?… dijo el Ratoncito Pérez.
Tenemos que hablar con Papá Noel para decirle que te dé el diente y así la naturaleza seguirá su curso… él dando regalos a los niños que se portan bien y tú, cogiendo sus dientes… comentó Daisy.
Es verdad, bueno. ! Se escapa, vamos! Dijo enfurruñado el Ratoncito Pérez. Sacando humo como si tuviera fuego en su cabeza.
¡Ya vale Papá Noel! No deberías romper nada, ni coger dientes… eso sólo cambia la naturaleza de las cosas cotidianas. Tú das regalos a los niños en Navidad y el Ratoncito Pérez le da regalitos por sus dientes, no debes romper el equilibrio de la fantasía. Si no, quién va a ser el próximo Ratoncito Pérez, él no puede ser un ratón normal, es mágico, no puede estar mucho tiempo así, no puede estar en paro, durante mucho tiempo… dijo Daisy.
Es verdad, no debería de haber robado ese diente, pero es que sólo tener un oficio es aburrido. El Ratón Pérez tiene dos oficios, tiene mi oficio y el suyo. Darles regalos a los niños y recoger sus dientes. No puede ser, no puede tener dos. Yo también quiero tener dos…. dijo papá Noel.
Pero puedes ser su ayudante. Tú puedes vigilarlos por tu drom mágico. Igual que tú vigilas a tus niños para ver sus comportamientos y podrías avisarle, por si viene algún humano o no viene…. dijo Daisy.
Es verdad, tienes razón. Gracias Spidertime… dijo papá Noel arrepentido. No lo volveré a hacer más, me equivoqué.
Bueno, Spidertime, es hora de que vuelvas a casa, no vaya a ser que tus padres estén preocupados por tu viaje al Polo Norte.
Es verdad ratoncito Pérez, debería de volver. Adiós Papá Noel.
Adiós Spidertime.
Spidertime, siiiiiiiiii. Pronunció esas palabras y volvió a su casa, en el tiempo actual. Se metió en su cama y al día siguiente, se levantó con muchas ganas y levantó su almohada esperando encontrar la moneda más reluciente del mundo, junto con una cartita minúscula, pero lo que encontró, ningún niño lo tenía, una nota en la cual había escrito papá Noel y el Ratoncito Pérez en común, diciéndole las pistas por que se habían puesto muy graciosillos, y habían escondido los regalos por toda la casa. Fue una aventura genial y muy graciosa. Si queréis seguir viendo sus locas aventuras, no os perdáis sus siguientes historias… hasta la próxima…
SPIDERTIME.
FIN por ahora
Marta Soler Núñez
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