Luna y su gran aventura

Paula Medina (3ºB).

Había una vez, un país muy lejano, muy bonito, sorprendente, alucinante; pero… raro ¡Todo era raro! Había arboles que hablaban, y yetis, dragones… pero de eso no va la historia.

Había una vez, en un país muy lejano, hace mucho tiempo, una brujita buena llamada Luna y sus dos gatos que hablaban. Se llamaban Negri y Naranjito.

Como Luna podía abrir portales, iba así por la calle con sus gatos pero… sin darse cuenta ¡se equivocó de portal y… llegaron a una ciudad normal! ¡Normal!

– Pero -dijo Luna- ¿qué vamos a hacer en esta ciudad! Yo voy vestida con ropas azules y rojas y el pelo de los mismos colores; pero con dos gatos, uno naranja y otro negro, que hablan, más todavía.

Luna era risueña, divertida, un poco gruñona y muy dormilona. Naranjito era glotón, juguetón, peludo y muy divertido. Negri, en cambio, era tranquila, relajada, dormilona “igual que Luna” y muy escurridiza.
Cuando pasaron por aquel lugar tan diferente a su hogar Luna dijo:
-¡Tenemos que volver a casa enseguida!

De repente escucharon a un policía diciendo:
-¡Hay un agujero negro en nuestro pueblo! ¡Socorro!
-¿Cómo que un agujero negro? -pregunta Luna.
-¡Sí, mira la cámara de seguridad! -exclamó el policía
Luna dijo:

– Pero eso está muy lejos ¿no?

– Si, -contestó el policía- pero tenemos cámaras por todas partes.

Pero Luna se dio cuenta de que….¡era su portal! ¡Claro, cada vez que una bruja entraba en los mundos o las ciudades de los humanos se abría otro portal!

– Venga, vamos para allá -insistió Luna.

Cuando se alejaron de la aldea vieron dos niños.
-¡Qué rara es esa niña! -dijo el niño.
-No, es que soy así -respondió Luna- ¿Cómo os llamáis?
– Él, Hugo, y yo Martina. Martina era morena, con los ojos marrones, joven, guapa, lista y divertida. También era sensible, delgada y muy guay. Hugo era rubio, guapo, listo, de carácter  molón, un poco chulito y muy creído.
-Oye, ¿habéis visto por casualidad un agujero negro o algo así? -preguntó Luna.

– Pues sí -dijeron-. Vimos algo como un agujero negro y empezaron a salir unicornios, arcoíris, dragones
– En resumen, fantasía -completó Hugo.
-¡ Pero han salido! -dijo Naranjito sin darse cuenta que estaba junto a seres humanos.
-¡Te parecía rara la niña, Hugo! ¡Pues yo creo que los raros son los gatos! -exclamó Martina.
– Bueno…. es que vivimos allí y cuando los seres mitológicos, excepto nosotros, salen al mundo de los humanos se vuelven malvados- dijo Negri.
-Pero.. ¿por qué se vuelven malvados?¿Por qué vosotros no? -preguntaron sorprendidos.

Luna respondió:
– Pues.. porque nosotros tenemos placas de metal que nos protegen de la maldad y sobre lo de que se vuelvan malvados en las ciudades grandes como New York, París, Almería… es porque hay contaminación y a ellos no les gusta ni a nosotros, claro. ¿Queréis acompañarnos? -preguntó Negri.

– Siiii! Bueno, ¿a qué esperamos? -dijeron todos.

Siguieron adelante y se encontraron a un unicornio que se había escapado y un puente.

El unicornio comentó:

– Tenéis que realizar estas operaciones 5+3-3×0+0= ? y 3-2+1-1 = ?, y después tendréis que decirme cuál es la quinta letra de la palabra Hércules y así formaréis una llave.

Martina respondió a la adivinanza.

– 5+3-3×0+0 = 0, 3-2+1-1=1 y la quinta letra de Hércules es la u.

– Tomad vuestra llave. Podéis pasar.

Cuando lo hicieron se dieron cuenta que tenían que luchar contra dragones y demás, pero ellos no querían.

Y habló Hugo.

– ¿Qué dijiste que no le gustaba a Luna?

– La contaminación.
– Tengo una idea -comentó Martina-.  Vamos a reciclar para que sepan que somos buenos y..
-¡Nos llevarán a casa! -interrumpió Luna.

– Pues vamos allá.

Y así llegaron a casa. Porque la solución para todo es reciclar.

FIN.